R.K.O.

Tras diferentes estrategias de producción, George Schaefer introdujo en 1940 una política de prestigio a la que contribuyó notoriamente Orson Welles con «Ciudadano Kane», film de no poca influencia en la evolución del cine negro.
Entre 1942 y 1946 se estableció en la R.K.O. una táctica de filmes B, con posibilidades para la innovación, de la que surgieron entre otras «Estambul» (1943) de Norman Foster y Orson Welles o «Historia de un detective» (1944) de Edward Dmytryk. Este último, junto a Jacques Tourneur, que había incorporado elementos expresivos del cine negro al genero de terror, estuvieron al frente de la multiplicación de filmes con temática criminal y tintes sombríos, con películas como «Venganza» (1945) y «Encrucijada de odios» (1947) de Dmytryk, y «Retorno al pasado» (1947) y «Berlin express» (1948) de Tourneur.
El jefe de fotografía, Nicholas Musuraca, colaboró extraordinariamente en la configuración del estilo fúnebre de los filmes negros de la R.K.O., y el productor Dore Shary, pese a que sólo permaneció en la compañía entre 1947 y 1948 impulsó la elevación de presupuestos y el tratamiento de problemas sociales. Él fue quién facilitó el comienzo de la carrera como director de Nicholas Ray, pero lamentablemente tuvo que marcharse ( a la M.G.M. ) después de que Howard Hughes adquiriera la R.K.O.
Durante los últimos años de la década se estrenaron entre otras: «Born to kill» (1947) de Robert Wise, «Desperate» (1947) de Anthony Mann, «Bodyguard» (1948) de Nicholas Ray y «The big steal» (1949) de Don Siegel. Las identidades de buena parte de los realizadores induce a constatar que la compañía recurría a miembros de la entonces joven generación, que se distinguían por cierto afán de la descripción de la violencia.
Bajo el imperio de un caprichoso Hughes la R.K.O. sufrio una operación de limpieza de izquierdistas y una dilación de los estrenos y rodajes de los filmes. Nicholas Ray sobrevivió e incluso gozó del respeto de Hughes, pero otros directores siguieron el camino de Schary. La producción de filmes negros se resintió gravemente mientras la compañía se dirigía a su ocaso. «Cara de Angel» (1953) de Otto Preminger y «On dangerous ground» (1952) de Ray, junto a otras obras menores, pero interesantes, conseguirían salir a la luz, pero en 1955 Hughes vende la compañía, que después de distribuir las dos últimas películas de Fritz Lang en Hollywood ( «Mientras Nueva York duerme» y «Más allá de la duda» ) clausuró sus actividades de producción.
La R.K.O., falta de un cerebro rector al estilo de los que condujeron durante largo tiempo otras productoras importantes, empujó, sin embargo, la evolución del cine negro de toda la década de los 40, con filmes estilizados e inventivos además de ideológicamente avanzados, pero la caza de brujas, apoyada por Hughes en el interior del estudio, fue para la compañía un golpe mortal.

Fuente: Antonio José Navarro y revista Dirigido por.

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